domingo, 13 de mayo de 2018

Ollantay tragedia de los Andes de RICARDO ROJAS


EL AUTOR.

 Este gran escritor argentino Ricardo Rojas nació en Tucumán en 1882.Poco después de los veinte años publicó su primer libro, La victoria del hombre, y desde entonces no ha dejado de desarrollar una vasta obra intelectual, que cuenta entre las más valiosas de Sudamérica, alternada con sus funciones universitaria. Preocupado, desde sus comienzos, por desentrañar las esencias argentinas dió a luz obras que han marcado normas en tal sentido como La restauración nacionalista, Blasón de Plata, Eurindia. Su prestigio crítico quedó cimentado con su monumental Historia de la literatura argentina y con otras obras de ensayo, investigación y biografía como El Cristo Invisible, Cervantes, El santo de la espada. La Editorial Losada que ya había a dado a conocer las dos últimas producciones de Ricardo Rojas, Retablo Español y Un Titán de los Andes, se honró al publicar al publicar la tragedia andina OLLANTAY, en la misma fecha de su estreno. Agotada rápidamente su primera edición y dado el estruendoso éxito de Ollantay ofreceremos hoy la cuarta edición de esta obra, tan unánimemente alabada y que marca un logrado ensayo de renovación en el teatro argentino (estas palabras acompañaron la edición Losada del 20 de diciembre de 1943).


OBRA
Ollantay la tragedia del Titan de los Andes, está escrita en versos de 6,7,8,9,11,12,13 silabas, se representa en cuatro actos, que son un prólogo y tres jornadas, cada acto tiene su ritmo y su matiz según el autor.
·       Nombre de los actos:
Acto I
PRÓLOGO DE LOS PRESAGIOS
Sala del Inca, en su palacio del Cuzco.
EL DESTINO.
Acto II
JORNADA DEL AMOR
En la Aclahuasi, convento de las Vírgenes del Sol
EL RAPTO
Acto III
JORNADA DE LA GUERRA
En Ollantaytambo, ciudadela de los Andes
EL RESCATE
Acto IV
JORNADA DE LA MUERTE
En Coricancha, atrio de Templo del Sol
LA EXPIRACIÓN
La acción pasa en el Cuzco y otros lugares del Imperio del Sol, bajo el reinado del Inca Túpac Yupanqui, hace ya mucho tiempo. Este Ollantay presenta un tema sexual, de permanente interés humano y un tema político, de profundo interés americano, palabra de Rojas en la exégesis.


v 
SE CONMUEVEN DEL INCA LAS TUMBAS**
Y EN SUS HUESOS REVIVE EL ARDOR***
LO QUE VE RENOVANDO A SUS HIJOS***
DE LA PATRIA EL ANTIGUO ESPLENDOR*
Palabras del Himno Nacional Argentino que serán pronunciadas en la sala sin luz antes de levantarse el telón.


























Niños de Llullaillaco:



Niños de Llullaillaco: la historia del hallazgo que conmocionó a Salta

Infobae recorrió el Museo de Arqueología de Alta Montaña donde se encuentran exhibidos tres niños congelados, hallados en la cima de un volcán en 1999. El asombroso hecho explicado por un experto en cultura inca


Por Martina Putruele 14 de marzo de 2016
mputruele@infobae.com

En el centro de la Ciudad de Salta se erige, entre bares y edificios coloniales, una de las instituciones más prestigiosas a nivel nacional y mundial: el Museo de Arqueología de Alta Montaña. Más conocido como MAAM, su incepción se originó gracias a uno de los descubrimientos más impactantes y relevantes de las últimas décadas en Argentina y a nivel global, y a la voluntad de preservarlo y estudiarlo: el hallazgo, en marzo de 1999, de los cuerpos de tres niños extremadamente bien conservados por el frío en la cumbre del volcán Llullaillaco, a 6.700 metros de altura sobre el nivel del mar.Los "Niños del Llullaillaco" atraen hace años a miles de personas que se acercan a este museo de Salta para observar uno de los mayores remanentes de la cultura incaica. Las investigaciones realizadas por los científicos que trabajan incansablemente para saber cada día más sobre cómo funcionaba una de las mayores y más modernas civilizaciones antiguas, revelaron que estos niños vivieron hace más de 500 años,durante el apogeo del Estado Inca, poco antes de la llegada de los españoles al continente. Cabe destacar que también se encuentra en exhibición una colección de los objetos que fueron encontrados en el mismo sitio arqueológico: más de 150 objetos que componían su ajuar funerario, un muy particular mundo en miniatura que acompañó a estos niños en su viaje al más allá.Con una visión científica y una metodología didáctica, el MAAM trata de ofrecerles a sus visitantes un acercamiento a una de las mayores culturas de todos los tiempos, a través del entendimiento de sus costumbres y tradiciones. Los laboratorios desarrollados a raíz de este descubrimiento permitieron que se conserven eficazmente los tres cuerpos y sus ajuares acompañantes, para preservar una época en la que las ofrendas humanas eran formas de acercarse a los dioses, y una manera de unir pueblos enteros.

El MAAM ocupa un histórico edificio de mediados del siglo XIX, cuya fachada fue restaurada y responde al estilo neogótico victoriano. Su interior fue remodelado por completo, conservando la estructura pero creando espacios amplios, ideales para un museo. Cuenta con un área de exposición permanente y otra para exposiciones temporarias. Los visitantes pueden recorrer sus tres niveles, que se convierten en un trayecto histórico y científico, especialmente diseñado para el estudio y entendimiento de su atracción principal: los Niños del Llullaillaco. Infobae recorrió este museo, y su guía fue el arqueólogo Christian Vitry.

"El MAAM es un museo muy particular en el sentido que, a diferencia de otros museos que se forman por la sumatoria de descubrimientos, este museo se formó con sólo un hallazgo arqueológico, que es el del hallazgo de los cuerpos de tres niños encontrados en la cumbre del volcán a 6.700 metros de altura. Esto constituye el sitio arqueológico más alto del mundo", cuenta Christian Vitry, uno de los antropólogos hoy en día a cargo del proyecto. Vitry es oriundo de Salta y se define como montañista de nacimiento y arqueólogo de profesión. A la temprana edad de 12 años realizó su bautismo en alta montaña ascendiendo al volcán Tuzgle, a 5.500 metros de altura, y cuenta con más de 120 expediciones con alturas mayores a los 5 mil metros sobre el nivel del mar, incluyendo el Aconcagua. Es Antropólogo especializado en Arqueología y profesor de Geografía y Ciencias Biológicas y forma parte del equipo nacional de investigadores que trabajan en la postulación del Camino del Inca como Patrimonio de la Humanidad ante la UNESCO.El estadounidense Johan Reinhard fue quien realizó el hallazgo. Había estado años antes en Salta, y recordaba un sitio ubicado en la cumbre del volcán Llullaillaco que le había llamado la atención. Luego de varios descubrimientos en América Latina en lugares similares al que posteriormente se hizo el hallazgo de los niños, decidió regresar y organizar una expedición: el viernes 26 de febrero de 1999 partió de la ciudad de Salta con un equipo integrado por catorce personas: dos estadounidenses, seis argentinos y seis peruanos. El miércoles 17 de marzo, el peruano Arcadio Mamaní descubrió en el sector Sur de la plataforma el enterratorio del niño y su ajuar. Ese mismo día, más al norte, el salteño Antonio Mercado y el peruano Ruddy Perea localizaron el cuerpo de la Doncella. El lugar de entierro de la Niña del Rayo fue descubierto dos días después por el peruano Orlando Jaen.

Pero, ¿quiénes eran estos niños? Vitry asegura que "no eran incas pero sí eran nobles mediante los cuales se hacían alianzas y casamientos simbólicos. Las aldeas ofrecían a sus niños, los casaban, y de esta manera quedaban emparentadas con una alianza. En el sitio se encontró a una parejita de entre 6 y 7 años y a una joven de unos 15, que, por su atuendo, era una suerte de sacerdotisa, la que daba la protección necesaria para su paso al más allá".

"Los tres cuerpos fueron encontrados acompañados por 150 objetos en miniatura, que son todos similares pero distintos", asegura el arqueólogo. "Están hechos con la base de tres elementos: oro, plata y una concha marina de color salmón. Estos elementos tienen una significación muy importante. El oro representa la línea masculina, el sol. Para los Incas, el oro era "las lágrimas del sol", y, a su vez, también representado por el maíz. Por otro lado, la plata es la línea femenina. La luna es el astro que lo representa y la papa es su equivalente en la tierra, subterránea y arraigada en el suelo, mientras que el maíz se proyecta hacia el sol. La concha marina tiene un significado casi supremo que es la fertilidad".

Sin embargo, no sólo las miniaturas encierran un significado. El hecho de que los niños hayan sido enterrados vivos en la cumbre de la montaña revela una relación muy apegada de la cultura con ésta, y eso es precisamente lo que explica Vitry: "La figura de la montaña era extremadamente importante por varios motivos. Las montañas son grandes reservorios de agua, y donde hay agua, hay vida. En el lugar más árido del mundo, si hay agua, hay vida. Por otro lado, la ruptura del horizonte y la proyección hacia el cielo hacen que la montaña esté más cerca de la divinidad, del sol, de la luna, de las estrellas, del más allá y de lo desconocido. Todo es simbolismo implícito".

Pero, las montaña también tenía una significación divina para los Incas. Vitry revela que "las montañas siempre fueron veneradas, pero antes de que llegaran a la zona los Incas, no se subían porque eran la morada de los dioses. Pero cuando llegó esta civilización, como ellos se consideraban aliados de los dioses, o incluso dioses, como se presentaban a sí mismos en su proceso de expansión ante los demás pueblos, se atrevieron a subir a esas montañas y, contra todo pronóstico para la gente que vivía allí que pensaba que nunca iban a regresar, volvieron, lo cual les dio poder político, pero fundamentalmente poder simbólico, y con eso se ganaron el respeto de las otras sociedades".

Lo que quizás impacte al visitante que se acerque a este museo por primera vez, es ver a los niños que, nunca los tres a la vez, se exponen detrás de un vidrio, preservados casi perfectamente gracias a un sistema de refrigeración del más alto nivel. Sin embargo, Vitry explica que, para los incas, el hecho de que se exhiba de esta manera un cuerpo les causaría orgullo, ya que su relación con la muerte era muy diversa a la actual.En esas épocas, en ciertos momentos del año la gente desenterraba a sus seres queridos fallecidos y los paseaban, los mostraban. Ésa era una señal de respeto. Hoy, parecería una locura, una aberración, pero hay que tener en cuenta que eran otros tiempos, y la cultura de la civilización Inca funcionaba de una manera muy diferente a la actualidad.

Sí, murieron porque los ofrecieron como tributos a sus dioses. Sí, los enterraron vivos. Pero esto no debe generar rechazo, sino que la exhibición apunta a que se entienda un pueblo, y a que se den a conocer sus creencias. "A los niños los enterraron vivos, cubiertos por tierra en un pozo de casi 2 metros. Para dormirlos, antes les daban chicha, alcohol de maíz", cuenta Vitry, que también recuerda que estos niños "eran parte de una ofrenda a los dioses, y no hay que juzgar estos rituales con nuestra mirada actual. Hoy nos parecería terrorífico, pero eran otras costumbres".

FUENTE:Infobae

Recomendación de lectura



Ficha:
Obra: Hasta volvernos a encontrar -Tupahanchiskama
Autor: María Belén Alemán.
Año:2011.
Género: narrativa argentina.
Novela
Organización:8cuadernos.
9 intersticios (historia de los jóvenes)
Páginas: 218.










 Datos de la autora:
       María Belén Alemán nació Argentina en Capital Federal y reside en Salta, es Profesora de Letras y Especialista en Gestión Educativa, Capacitora y escritora. Actualmente colabora en diarios y revista locales y nacionales, tanto con artículos, poesías y cuentos. Representó a la provincia en foros, ferias de libros, congresos y jornadas.
           Ella es fundadora y coordinadora del grupo LecturArte, delegación Salta de la Asociación de la Literatura Infantil y Juvenil de la Argentina(ALIJA). Ha recibido diferentes premios y distinciones con la publicación de las siguientes obras: De intentos(poemas)Biblioteca de textos universitarios de Salta (1990);
Detrás de los silencios(poemas) primer premio poesía-autores Éditos. Secretaría de Cultura de Salta (2002); El estanque mágico y otros cuentos, premio Oscar Montenegro de Literatura Infanto-juvenil, secretaría de Cultura, Salta.
          Sus poemas han sido incluidos en distintas Antologías como Poetas y narradores de Iberoamérica, Antología poética de la mujer argentina, Antología de poetas de Salta, entre otras obras.

La obra:
          Es una novela con un lenguaje claro, sencillo, Laura (periodista) de 40 años es la encargada de narrar las historias, tanto de su vida cotidiana y las de dos momias que son encontrada en el norte argentino, este hallazgo permite relatar la historia de Wayra y Mayuasiri, dos jóvenes incas enamorados que fueron enterrados juntos para rendir culto al Dios de la Montaña.
          Este libro permite conocer la cultura inca, su religión y costumbres, también nos plasma al amor como vencedor de la muerte.
          Es de lectura rápida la obra y solo requiere del lector ganas de leer.






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